La comunicación está presente en cada una de las facetas de nuestra vida, tanto personal como profesional. Pese a ello, hay poca formación en comunicación en nuestro sistema educativo, ni en los niveles iniciales ni en los títulos universitarios. Cada vez son más, pero todavía son muy pocos los colegios que desarrollan estas habilidades, pese a que la capacidad de comunicación forma parte ya del desarrollo profesional de cualquier título.
Ingenieros, arquitectos, médicos, licenciados en dirección de empresas, abogados, maestros o técnicos sanitarios, van a ejercer su profesión en un contexto que les exige una gran capacidad de comunicar, de exponer experiencias en público, de transmitir con eficacia mensajes escritos, de enfrentarse a situaciones de crisis, de lidiar con los medios de comunicación y de liderar organizaciones y grupos de trabajo en busca de objetivos. Necesitan ser buenos comunicadores.
Entre las capacidades que desarrolla la formación en oratoria y debate, destacan: empatía con su equipo y con el contrario, deportividad, convivencia, desarrollo del trabajo cooperativo, comprensión escrita, comprensión y expresión oral, coherencia y cohesión en su discurso, aumento de la riqueza del vocabulario, salida de la zona de confort, manejo de las TIC para la búsqueda de información, fomento del pensamiento crítico, búsqueda activa de fuentes de información, desarrollo de la autoconfianza y el criterio propio, capacidad de síntesis, rapidez y agudeza mental, etc.
En el Lope de Vega ofrecemos tres niveles para la formación en oratoria: iniciación, intermedio y avanzado.
¿Cuáles son las diferencias entre unos niveles y otros? Se comienza en el nivel básico con aspectos básicos para cualquier acto comunicativo, haciendo referencia a dos bloques
fundamentalmente, más un tercero: primero la construcción del mensaje; y segundo, su ejecución. En el tercer bloque, herramientas y apoyos adicionales. El primero nivel, además de conocer el proceso comunicativo de forma general, el objetivo es acabar con el miedo escénico, la adquisición de confianza en uno mismo, la forma y que los estudiantes se diviertan aprendiendo. Y en la medida en la cual se va avanzando, una vez perdido el miedo escénico y se domina la forma, se trabaja el fondo (argumentación, storytelling, comunicación emocional) y comunicación no verbal.
Participación en torneos de debate
Además de la actividad extra escolar de oratoria, dentro de las actividades del club de debate el colegio participa en torneos de debate a nivel nacional.
Diego Rubio Domingo define el debate académico, en su manual básico de debate universitario, como un enfrentamiento dialéctico y formal entre dos equipos de alumnos acerca de una pregunta de actualidad, previo estudio y trabajo de investigación de las posturas a favor y en contra, que se sortean poco antes de comenzar cada debate.
Un jurado, formado por profesiones, profesionales que entienden de la materia y expertos en oratoria, elige un vencedor minutos después de cada encuentro. El debate académico nunca debe ser visto como un fin, sino como un medio para aprender a comunicar de forma eficaz, persuadir, escuchar, dialogar, adquirir competencias en investigación y capacidad de trabajo en equipo; conseguir habilidades profesionales que podremos aplicar en nuestro día a día para servir a los demás, dando lo mejor de nosotros mismos.
La competición, en forma de los distintos torneos de debate a nivel nacional, es la herramienta adecuada para lograrlo, ya que sin esfuerzo y trabajo nunca se cometerán errores de los que aprender.