Tal vez, estando alguna tarde en nuestro colegio, os haya asombrado ver a algunas chicas jóvenes vestidas de una manera algo particular: sudaderas anchas, pantalones con una pierna subida, pañuelos, gorras, cadenas colgando,… No, no son un grupo que se están rebelando contra la uniformidad, ¡Es el grupo de funky! Desde los inicios del curso, un grupo de alumnas lleva practicando este tipo de baile. Esta actividad extraescolar es ofrecida para una amplia gama de edades (y en teoría para ambos sexos, aunque los chicos no se acaban de animar…) y está impartida por Jordan Benítez.
Cuando nos hablan de “Funky”, tal vez tengamos una concepción algo dispersa de en qué consiste realmente. En nuestra entrevista con Jordan Benítez, nos estuvo explicando un poco los orígenes de este tipo de baile y música. Sus raíces las tiene en Nueva York, más concretamente en el barrio de Bronx, donde estilos como el hip-hop y el street dance, surgieron entre las clases sociales marginadas y pobres como reacción ante su situación. Concebían una música y un baile agresivo para huir de sus preocupaciones cotidianas y sumergirse al completo. Estos movimientos estuvieron influidos
lpor la cada vez mayor cantidad de jóvenes procedentes de Sudamérica, que tomando como ejemplo la salsa y el merengue, fueron adaptando estilos como el hip-hop. De esta mezcla surgió el Funky, que se caracteriza por su mayor ritmo, que a su vez es mas seco y contagioso, y también por emplear tiempos más cortos.
La música “Funky” cada vez se está haciendo más popular y está pasando de ser escuchada y bailada exclusivamente en las calles a ser impartida en numerosas academias de baile debido a su creciente popularidad. También aquí el colegio ha seguido la moda y actualmente hay un grupo que está aprendiendo este baile. Su profesor, Jordan Benítez, nos cuenta que las primeras sensaciones son muy buenas debido al ritmo contagioso de la música. Sus alumnos, en la gran mayoría chicas, deben aprender a coordinar numerosos movimientos, cada uno con su ritmo individual e independiente pero manteniendo el movimiento ligado. “El baile les ayuda como personas a afrontar cualquier cosa”, nos dice Jordan, recalcando así un aspecto del baile muy importante. Conseguirás una mayor autoestima o superación de miedos, que vienen implícitos en el aprendizaje de bailar.