Retrato del ex presidente Richard Nixon, en el año en el que hubiera cumplido un siglo.
De los cuarenta y cuatro que componen la lista de Presidentes de los Estados Unidos, la mayoría ya tienen más de cien años (porque desde 1783 han transcurrido unos cuantos). Pero no todos tienen la misma importancia. Y el que cumple hoy cien años la tiene, y mucho.
Este particular inquilino de la Casa Blanca vino al mundo un 9 de enero de 1913, y se llamó Richard Milhous Nixon, aunque para pasar a la historia dejaría sus nombres (especialmente el segundo para prestárselo al personaje de Los Simpson) para ser simplemente conocido como Richard Nixon.
No obstante, pese a ser uno de los presidentes más importantes de EE.UU, su fama no puede ser calificada precisamente como buena. En 1972, el nombre de Nixon quedaría eternamente ligado al de Watergate, el edificio que ocupaban las oficinas del Partido Demócrata.
El hecho en sí fue el siguiente: el 17 de junio, durante la campaña electoral para la Presidencia de los Estados Unidos, cinco hombres entraron en ese edificio con cámaras, un micrófono electrónico, y un cheque de 1000 dólares. A excepción de este último elemento todo parece componer el kit de un espía. El objeto de esa intrusión era espiar los movimientos del Partido Demócrata por parte de Richard Nixon. Nada hubiera ligado este suceso a Richard Nixon si no hubiera sido porque cuando estos hombres fueron detenidos por la policía llevaban una agenda con el número de teléfono de la Casa Blanca.
Esto último no trascendió a los medios de comunicación, lo que propició que en agosto Nixon se convirtiera por segunda vez en el candidato republicano a la Presidencia, y en noviembre consiguiese la reelección con una victoria aplastante (de todos los Estados, sólo perdió en uno). No obstante, dos días después de su toma de posesión, en enero de 1973, el Senado Estadounidense autorizaba la creación de un comité de investigación para el Caso Watergate.
A partir de entonces la popularidad de Nixon fue bajando al ritmo que su nombre salía más a relucir en la investigación. Al final se pudo demostrar que Nixon tenía unas grabaciones en sus oficinas de la Casa Blanca que demostraban que había intentado tapar el suceso mediante el pago de sobornos a esos cinco hombres que entraron en el Edificio Watergate y por tanto, constataban que había cometido un grave delito de obstrucción a la justicia.
Acabada la investigación del comité tras la entrega de las cintas después de varias batallas legales, y ante la seguridad de que llegaría una acusación oficial por parte del Congreso y del Senado, Nixon decide dimitir y abandonar la Presidencia, siendo el primer Presidente que lo hace y, hasta el momento, el único.
Watergate fue un caso que lo tuvo todo: escándalo, sobornos, espionaje… hasta un “Garganta Profunda” (nombre en clave de la persona cercana a Nixon que desveló el suceso a los investigadores). Y en medio de todo el embrollo estaba la figura de Nixon, que en apenas dos años de legislatura acabó políticamente con él. Por todo esto Nixon, aunque ya no esté entre nosotros, aún es recordado y se le recordará durante mucho tiempo. Porque no fue un chico excelente, y nunca lo será.
Víctor Gas (1º-A Bachiller)